Esta ordenación se ha estudiado desde una visión arquitectónica en un intento de configurar una urbanización de calidad, huyendo de las visiones abstractas, pero dejando un margen de flexibilidad para poder afrontar las demandas Arials, siempre dentro de los márgenes fijados por la legalidad urbanística vigente.
El terreno tiene una suave pendiente descendiente, desde la carretera hacia la antigua línea de la costa, lo que facilitará las vistas desde las Arials construcciones, hacia el mar y hacia el delta, las dos vistas más interesantes, además de la vista hacia las montañas, pero ésta última es la orientación del viento dominante y habrá que protegerse, no solamente reduciendo las aberturas, pero también por eso se han cerrando al máximo los espacios exteriores de las Arials construcciones hacia la orientación noroeste. Pero al mismo tiempo abriendo los espacios urbanos hacia las vistas privilegiadas del Delta y el Mar.
Además de éstos criterios, tenidos en cuenta en la concepción urbanística y de respetar al máximo la adaptación a la topografía existente, conservar los muros de piedra y arbolado: olivos y algarrobos, como identificación del lugar, también se ha creado una red viaria y unos espacios públicos, con un carácter predominantemente peatonal: primero por su diseño, intentando que no atraviesen el conjunto de la urbanización los vehículos de paso, facilitando la circulación en el perímetro exterior y segundo realizando unas calles y plazas peatonales, sin aceras, en las que penetren los vehículos con una velocidad lenta, no sólo debido a las señales de tráfico, sino también por sus características de diseño urbano y empleo de materiales que inviten sicológicamente a circular lentamente al sentirse en el interior de unos espacios peatonales. Favoreciendo así el confort y seguridad de sus habitantes.
Las normas urbanísticas determinan un carácter residencial y hotelero en general, además del uso comercial y exigen una baja densidad de construcción, con un coeficiente de 0,20, lo que representa unos 80.000.-m2 de construcción en total, con unas alturas de planta baja más un piso, salvo en la zona hotelera–comercial junto a la carretera N-340, que permiten hasta tres niveles y en la zona junto a la antigua línea de la costa, que permiten más niveles, si ello se justifica urbanísticamente. Además de la reserva del 4% de construcción para equipamientos públicos y la realización de zonas verdes, que si bien es obligatorio un 10 % del total del terreno, en el proyecto se realizará más del 20%, que sumándolo a los viales y terreno para los equipamientos resulta el 45,57% de ocupación pública y del 53,43% de ocupación del suelo para uso privado. Principalmente, la zona verde se ha situado contra la carretera N-340, de cada lado de las vías del tren, actuando como barreras y en el torrente que nace en el terreno, desde la zona alta hasta la antigua línea de costa, en la parte norte del terreno.
La tipología dominante es la de viviendas unifamiliares, pero también hay una parte de viviendas plurifamiliares, por lo que se aprovecha para crear una serie de plazas, de diferentes formas, entrelazadas con un recorrido peatonal desde la parte alta hasta la antigua línea de la costa, atravesando las vías del tren por una pasarela peatonal, en cuyas rotondas de enlace se forman unos miradores privelegiados, a su vez es una conexión entre los dos sectores y la zona verde, recorrido que enlaza con el camino que lleva hasta el “Bassa de les Olles”, estanque junto al mar, dentro del perímetro del “Parque Nacional del Delta de l’Ebre.
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